Crónica y entrevista: Isabel Figueroa
El pasado sábado 4 de noviembre, en el Auditorio Martín Códax del Conservatorio Superior de Música de Vigo, tuve la oportunidad de escuchar este concierto con una programación tan inusual, dentro de la temporada "Oríxes" de la Orquestra Vigo 430.
Katarina Leskovar es una excelente violonchelista, especializada en el repertorio para violonchelo del siglo XX. En esta ocasión, y junto a otros músicos de la Vigo 430, nos ofreció un programa diferente en cuanto a la variedad y originalidad del repertorio, tan fascinante como la interpretación de Katarina y sus compañeros.
El programa consistió en una recopilación de obras, tanto para violonchelo solo como para diferentes combinaciones de música de cámara, desde dúo violonchelo y piano o violonchelo y violín, pasando por trío de cuerda hasta quinteto de cuerda.
Todo el concierto me pareció una delicia. Es difícil destacar alguna de las obras interpretadas, porque disfruté con todas y cada una de ellas, pero una de las joyas del concierto fue Capriccio de S. Palm. En estos lares es difícil tener la oportunidad de escuchar esta música en vivo y, además, interpretada con tanta maestría. Otra obra para el recuerdo, Langsamer Satz de Webern, en la que, acompañados por Nadia Kalmykova, Ana Shi Yu y Adrián Martínez, nos ofrecieron una delicada versión de la obra en la que brillaron todos los intérpretes.
Además de estas piezas consagradas de la música del s. XX, la sonata Op. 67 fue un descubrimiento de la compositora francesa Mel Bonis, acompañado al piano por Brais González, un querido amigo y excelente músico que le da un un plus a cualquier concierto. Esta sonata de 1905 resultó una sorpresa, por su sonoridad, por los diferentes caracteres de cada movimiento y por el virtuosismo que exige del piano y el violonchelo.
En definitiva, fue un concierto excelente y variado, que gustó a conocedores y aficionados. Ojalá sea una de muchas otras ocasiones para disfrutar de este formato y formación flexible con un repertorio poco convencional.
Después del concierto, tuve la oportunidad de charlar unos instantes con Katarina y el resto de músicos. Le ofrecí la posibilidad de hacer una pequeña entrevista y responder algunas preguntas a los socios de Soncello. Unos días después, entre conciertos, me envió las siguientes respuestas, que reproduzco aquí.
De parte de Soncello, ¡muchas gracias Katarina!
P. ¿Qué criterios seguiste a la hora de elegir el repertorio para el concierto del pasado sábado?
R. Quería presentar una selección diversa de piezas de diferentes épocas, incluida música convencional y menos conocida que pudiera ofrecer una nueva experiencia a la audiencia.
P. ¿Cómo abordó la especialización en el repertorio para violonchelo del siglo XX?
R. Mi primer contacto con la música contemporánea de una manera más frecuente y seria fue durante mis estudios universitarios. Comencé con la música de cámara e inmediatamente me fascinaron las diferentes formas de tocar mi instrumento que no había explorado antes. Así fue como me atrajo por primera vez. Disfruté experimentando con la variedad de sonidos y escuchando sonidos y música de una manera diferente. También fue muy importante para mí mantener siempre una conexión con la música que se está creando en mi época. Me da mucha perspectiva.
P. ¿Has tenido la oportunidad de trabajar en una pieza con el compositor? Y si es así, ¿qué te pareció la experiencia?
R. Sí, ese es también uno de los grandes beneficios de tocar música contemporánea. Conoces al compositor, ves a la persona detrás de la creación, puedes escuchar sus ideas: es un proceso en vivo. Toda la experiencia también depende del compositor y de su personalidad. Algunos son muy meticulosos y quieren que sus piezas se interpreten de una manera muy específica, mientras que otros adoptan un enfoque más flexible y dan más libertad al intérprete. Ambas formas son igualmente válidas y requieren diferentes habilidades y enfoques por parte del intérprete.
P. ¿Qué tipo de repertorio recomiendas para familiarizarnos con música y estilos de violonchelo menos convencionales o más recientes?
Depende de la edad o el nivel del violonchelista, pero creo que cada uno puede disfrutar de la música contemporánea a su manera y realmente los animo a que lo prueben. Una buena forma de entrar en contacto con ella es a través de piezas de música de cámara: tocar y descubrir algo nuevo con amigos suele resultar más divertido y motivador. Algo apto para todas las edades es tocar con improvisación libre: esto te permite descubrir tu instrumento sin límites. Agudiza tus oídos y te hace escuchar los sonidos de tu instrumento o de tu entorno de manera diferente y te da la libertad de ser aún más creativo. Después de eso, sugeriría comenzar con algunas piezas solistas contemporáneas más breves y sumergirse en el repertorio.
P. ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
R. Mis próximos proyectos son principalmente proyectos de música de cámara, que van desde la música clásica más antigua hasta la música contemporánea. Mientras respondo a estas preguntas, estoy en Eslovenia para asistir a un festival de música contemporánea. ¡Pero por supuesto espero volver pronto a Galicia!
Katarina completó sus estudios como solista en la Universidad de las Artes de Berlín y anteriormente estudió violonchelo en la Hochschule für Musik Carl Maria von Weber Dresden, la Hochschule für Musik Basel y la Universidad de Música y Artes Escénicas de Graz, en las clases de Julian Arp y Danjulo Ishizaka, así como música contemporánea con grupos del ámbito experimental. Estuvo becada por la Sinfonietta de Basilea.
Tocó en lugares tan destacados como Beethoven-Haus Bonn, Musikverein Vienna, Alte Oper Frankfurt, Semperoper Dresden, Cité Internationale des Arts Paris, Concertgebouw Amsterdam y festivales como el de Lucerna. Festival de Davos, Otoño de Varsovia, Trienal del Ruhr, Festival de Klangspuren, Verano de Carintia, Festival de Liubliana y Festival de Música de Cámara Hohenstaufen. Estrenó obras de Beat Furrer, Thomas Kessler, Svetlana Maraš, Judit Varga, Uroš Rojko, Jean-Jacques Dünki y muchos más.
Programa:
M. Bonis: Sonata Op. 67 para violonchelo y piano
K. Penderecki: Capriccio de Sigfried Palm para violonchelo solo
A. Webern: Langsamer Satz
G. Kurtag: Señales, juegos y mensajes para trío de cuerdas
Yo. Xenakis: Dhipli Zyia para violín en violonchelo